Este gráfico representa cómo ha cambiado mi campo de visión con los años. A los aficionados a la electrónica les recordará vagamente la curva de descarga de un condensador.
El campo de visión de los seres humanos es de casi 180 grados en horizontal, y de unos 100 en vertical. Mi campo debe de andar ahora por los 5 grados, más o menos.
Tengo lo que los entendidos llaman "visión de túnel". Yo lo llamo "ver por un tubo". Para que os hagáis una idea, esto es lo que una persona con visión normal vería al oír acercarse un tren ligero por uno de los puentes de Oporto sobre el Duero:
Y esto es lo que vería yo:
No sabría decir si la zona exterior la veo negra, gris o de otro color. Simplemente, no la veo. Sin embargo, sí soy consciente de la "nieve" de fondo, chiribitas, estrellas o como lo queráis llamar. En la imagen que nos ocupa, mis ojos empezarían a hacer un barrido hasta dar con el origen del ruido. Un bastón en estas circunstancias es bastante útil, sobre todo para detectar los bolardos más próximos.
Ahora imaginad que Eva Longoria os mira de frente. Con un poco de suerte, veríais esto:
Yo tendría un poco menos de suerte, aunque, si no estuviera demasiado cerca, aún podría reconocerla:
Ahora, no me preguntéis qué lleva puesto, ni si me está ofreciendo su mano o haciéndome una peineta. A veces puedo deducirlo por el gesto de la cara, pero no siempre. Y si está demasiado cerca y hablándome en un entorno ruidoso, tengo que elegir entre mirarle los ojos para no perderme parte de la comunicación no verbal o mirarle los labios y enterarme un poco mejor de las palabras.
Afortunadamente, para leer normalmente empleamos un campo de visión muy reducido. En lugar de esto:
Yo veo esto:
Claro que eso no me permite ojear un periódico distraídamente y enterarme de lo que pone, ni leer tres líneas en cada pasada, como hacen algunos fenómenos. Pero puedo leer sin mayores problemas.
